El estrés y la perdida de memoria
¿Sabías que tus niveles de estrés pueden afectar a tu memoria? Y, por supuesto, si no eres capaz de recordar las cosas del día a día, eso puede ser otra fuente de estrés que empeore aún más el problema. Así que ahora veremos algunas de las formas en que interactúan el estrés y la memoria.
Ansiedad, estrés y memoria
La ansiedad y el estrés provocan (entre otras cosas) la liberación de una hormona llamada cortisol, que afecta al funcionamiento del hipocampo, la parte del cerebro que guarda los recuerdos. Los cerebros de las personas estresadas son menos capaces de codificar los recuerdos a corto plazo y de transferirlos a la memoria a largo plazo. Esto no sólo se refiere a recordar cosas como dónde has puesto las llaves, sino que también tiene un impacto en tu capacidad para aprender cosas nuevas. La gestión de la ansiedad y el estrés, con la ayuda de un terapeuta si es necesario, también tendrá un efecto positivo en la memoria.
El estrés provoca una falta de concentración; estás demasiado ocupado preocupándote por el origen del estrés, y probablemente por la falta de sueño, que también perjudica la formación de la memoria. Para reducir este problema, practica una buena higiene del sueño; mantén los aparatos electrónicos fuera de tu habitación, vete a dormir y levántate más o menos a la misma hora cada día, etc. Consulte nuestros artículos anteriores para saber más. Cómo dormir bien y Todo lo que necesitas saber para dormir bien cuando dejas de fumar
Fumar, el alcohol y la memoria
Las personas estresadas son más propensas a fumar o beber alcohol. La nicotina afecta directamente a las células cerebrales y reduce los niveles de oxígeno del cerebro al afectar a los pulmones y al corazón. El alcohol ralentiza la comunicación entre las células nerviosas. Dejar de consumirlos puede mejorar la función cerebral y la memoria muy rápidamente.
¿Puede la dieta mejorar la memoria?
El cerebro necesita ciertos nutrientes para funcionar bien, y una dieta sana ayuda a mejorar la memoria y a reducir los efectos del estrés. Los nutrientes que son buenos para el cerebro son los ácidos grasos omega-3 y otras grasas insaturadas, la vitamina D, los antioxidantes y los probióticos.
El pescado es una fuente muy conocida de omega-3, pero los vegetarianos y los veganos pueden obtenerlo de frutos secos, semillas y suplementos a base de algas. Muchas personas no obtienen suficiente vitamina D en climas fríos, ya que ésta se forma con la luz solar. Prueba a tomar un suplemento.
Los antioxidantes se encuentran en las frutas y verduras. El té y el café también contienen antioxidantes; la cafeína puede aumentar temporalmente la energía y ayudarte a pensar más rápido, pero úsala con cuidado y limita su consumo porque la cafeína también puede ser adictiva y tener un efecto negativo en tus patrones de sueño.
Los probióticos mejoran la salud intestinal, lo que mejora la salud general, incluida la del cerebro, al aumentar la liberación de serotonina, que reduce el estrés y la depresión.
Evitar ciertos alimentos también puede ayudar. Los carbohidratos refinados, como la harina blanca o el arroz y el azúcar, provocan fluctuaciones en los niveles de energía; los carbohidratos no refinados, como los cereales integrales, pueden ayudar a mantener la concentración durante todo el día. Las grasas saturadas se han relacionado con el Alzheimer, así que reduce la carne y los lácteos, y trata de comer más pescado y aceites vegetales.
Además, recuerde beber mucha agua.
Ejercicio, estrés y memoria
Ejercitar tanto el cerebro como el cuerpo ayuda a disminuir los niveles de estrés y a mantener la memoria fuerte. Da un paseo a la luz del día todos los días si puedes. Esto aumentará el flujo sanguíneo y la captación de oxígeno y le proporcionará vitamina D. Por supuesto, hable con su médico antes de empezar cualquier nueva rutina de ejercicios, especialmente si tiene problemas de salud.
Para ejercitar la mente, intente escribir un diario, resolver rompecabezas y leer. Escuchar música también puede activar tu cerebro, pero mantén el volumen a un nivel razonable; además de molestar a los vecinos, si está demasiado alta puede dañar tus células cerebrales y tu oído.
Hay muchos artículos en este sitio web que te mostrarán otras formas de reducir el estrés. Pruébalas y verás cómo mejora tu memoria.